sábado, 16 de agosto de 2008

LIBRO de ESTILO


José R. Vilamor, Gustavo Morales y Víctor Delgado
Índice
INTRODUCCIÓN
Capítulo 1. ENTRADILLA1.1 Libros de Estilo1.2 La lógica narrativa1.3 No a la teoría de los resúmenes1.4 Analizar y explicar1.5 Tensión narrativa1.6 Cada materia, un enfoque distinto 1.7 Otras formas de empezar1.8 Conclusión
Capítulo 2. TITULARES2.1 Epígrafe, cintillo, antetítulo, subtítulo, sumarios, ventana o desglose2.2 Ladillo normal2.3 Ladillo título2.4 Conclusión
Capítulo 3. LA CRÓNICA
Capítulo 4. LA ENTREVISTA
Capítulo 5. EL REPORTAJECapítulo
6. REDACCIÓN Y LENGUAJE
Capítulo 7. ONOMÁSTICOS Y PATRONÍMICOS
Capítulo 8. TOPÓNIMOS
Capítulo 9. CABECERAS
Capítulo 10. ABREVIACIONES
Capítulo 11. NUMERALES
Capítulo 12. APÉNDICE de PALABRAS
Capítulo 13. FORMAS QUE DEBEN EVITARSE
Capítulo 14.
APÉNDICE II14.1 Acentuación14.2 Diptongo y triptongo14.3 Palabras con distinta función gramatical14.4 Palabras compuestas14.5 Palabras no castellanas14.6 Signos ortográficos: coma, punto, punto y coma, dos puntos, puntos suspensivos, comillas, apóstrofo, interrogación y exclamación, paréntesis, guión, raya, mayúsculas.
Capítulo 15. TERMINOLOGÍA BÁSICA PARA CONOCER LA PRENSA
Capítulo 16. MANUAL RÁPIDO PARA JEFES DE SECCIÓN DESPISTADOS
Capítulo 17. RETOQUE FOTOGRÁFICO BÁSICO
CONCLUSIÓN
INTRODUCCIÓN
Las palabras no son neutras, tienen una carga de significado, fijan una idea. Además de esa función central de conceptualización y de comunicación, las palabras cumplen otras. Las palabras, su sonido, la entonación, el recuerdo remoto que despiertan, inciden en el sentimiento, en la forma de pensar que tiene el corazón, decía Pascal. Las palabras, esas ideas en ladrillos, construyen la comunicación, la expresión del pensamiento. El periodista de cualquier medio usa las palabras, informa, explica, analiza, opina con palabras. Las imágenes refuerzan las sensaciones y pensamientos que generan las palabras, nuestros ladrillos.
Capítulo 1: Entradilla
¿Cómo comenzar entonces una noticia? No es fácil. David Randall cita a Paul O’Neil, escritor estadounidense, quien señala que “siempre hay que agarrar al lector por el cuello en el primer párrafo, hundirle los pulgares en la tráquea en el segundo, y mantenerlo entre la espada y la pared hasta la última línea”. Pero el mismo Randall entiende que “aunque así dicho parece sencillo, en la práctica no lo es. Muchos periodistas experimentados han dedicado horas y horas a escribir, desechar y reescribir entradillas. Y, probablemente, ninguna cuestión suscita tantas discusiones en las salas de redacción del mundo entero como el enfoque que resulta más adecuado para una entradilla”.
Hasta la guerra de Secesión en Estados Unidos el relato se ceñía a un orden cronológico de los acontecimientos. Escribe Carl N. Warren
[1] que “el fuerte Sumter cayó el 16 de abril de 1861. Mientras el gran conflicto se extendía desde Bull Run hasta Appomasttox, pasando por Gettysburg, los periódicos enviaban a sus mejores reporteros a Washington, a Riechmond y a los frentes de batalla. Nunca tantas personas, y con tanta desesperación, habían necesitado informaciones que sólo la prensa podía suministrar.
Las líneas telegráficas se cortaban con frecuencia. Desalentados por las interrupciones en la transmisión y por las demoras en los informes bélicos, los editores ordenaron a sus corresponsales que incluyeran los hechos principales –el quid o el meollo de una información- en las primeras líneas”. Fue entonces cuando Associated Press ideó la fórmula de las 5 Ws:
· Who (Quién)
· What (Qué)
· When (Cuándo)
· Where (Dónde)
· Why (Por qué)
Algunos autores, como Herráiz y Vivaldi, añaden una sexta, How, (Cómo) con la que estamos totalmente de acuerdo aunque, a veces, el cómo está incluido en el por qué. Los Libros de Estilo suelen hablar de seis en vez de cinco.
Con esta estructura de la información se trata, por lo tanto, de dar en el primer párrafo lo más transcendente de la noticia. Además, las Ws deben ordenarse por orden de importancia.
Como señalan las normas básicas para los servicios informativos de la Agencia Efe, “el lead o primer párrafo es una síntesis que resume de modo escueto y autónomo la esencia de la información”. Añade Efe que “el lead debe incluir el qué, el cómo y el cuándo. Si el por qué, el dónde y el cómo desbordaran la extensión límite fijada de cinco líneas de portada, deben figurar en un segundo párrafo”. En este caso, el relato, la narración, seguiría el orden de la pirámide invertida.
Estas normas, como antes apuntábamos, siguen siendo válidas para las agencias siempre que se trate de noticias cortas, fundamentalmente de avances informativos, habida cuenta de que envían sus noticias a los diferentes medios de comunicación impresos y audiovisuales, pero no para informaciones más amplias que entran dentro ya del género de la crónica o el reportaje.
F. Fraser Bond, en su libro Introducción al Periodismo
[2] señala que Rudolf Flesch, autor de The Art o Plain Talk y consultor de la Asociated Press en la preparación de material de fácil lectura, insiste en que son ya anticuados los tradicionales Quién, Qué, Cuándo, Dónde y Por qué. Sin embargo, Bond escribe que “el lector moderno se asemeja al hombre que corre y lee al mismo tiempo, los periódicos modernos tratan de ayudarle a que quede bien informado rápidamente. Se ha hecho costumbre exponer los hechos principales de la noticia en el primer párrafo o entrada. En cualquier periódico norteamericano o canadiense basta leer el encabezado y la entrada para enterarse de lo substancial de toda noticia importante, aunque falten muchos detalles interesantes. Esa costumbre exige que en la entrada el reportero conteste a las preguntas que haría cualquier persona normal a la que anunciara lo ocurrido. Estas preguntas son ¿Quién? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Cómo?
La noticia ha de contar desde el principio lo fundamental, en el primer párrafo, de modo que toda la narración posterior vaya orientada de antemano. Pero dejando bien claro que no se trata de agotarlo todo en un párrafo, cosa imposible por otra parte”.
1.1 Libros de Estilo
Con mucha frecuencia se confunden lead y entradilla cuando, en realidad, deben ser dos cosas distintas. El lead exige la ordenación de los elementos informativos de mayor a menor importancia, mientras que la estructura de la entradilla goza de una mayor licencia a la hora de redactarla.
Conviene saber de antemano que sobre esto no existe un criterio unitario entre los distintos periódicos. El Libro de Redacción de La Vanguardia entiende que “cuando así lo determinen los subdirectores, redactores jefes, jefes de sección y responsables de la compaginación, de acuerdo con las exigencias del diseño y la compaginación y con las técnicas de valoración de noticias, la estructura del titulado informativo podrá completarse con la incorporación de entradillas”.
Y añade: “la inclusión de estas entradillas deberá someterse a las siguientes reglas”:
1.- Condición previa: Que en el titulado afectado sólo figuren uno o dos de los elementos de su estructura. Es decir, únicamente el título, o bien las combinaciones de título y antetítulo, o título y subtítulo.
2.- Contenido: Deberá incluir de forma sucinta los datos más relevantes y significativos, y una síntesis de la información contenida en el texto correspondiente.
3.- Estructura: Deberá constar de un solo párrafo sin puntos y aparte.
4.- Estilo: Sobrio, directo, claro, preciso, apoyado en oraciones breves, concisas y simples.
En cambio en la instrucción número 2 del mismo libro se dice que “los textos informativos preparados para ser insertados en este diario deberán ajustarse a la regla del interés decreciente, que se expresa técnicamente mediante los distintos diagramas de pirámide invertida o pirámide informativa.
El primer párrafo de estos textos informativos debe presentar todas las propiedades de un lead, concepto con el que se alude al recurso de estructura de la noticia y de estilo periodístico que reúne las siguientes características:
a) Concentra el máximo interés informativo o interpretativo del texto periodístico. Condensa sinópticamente toda la noticia en aquellos datos esenciales para su cabal comprensión.
b) Contiene la respuesta precisa y fundamental a las preguntas predominantes de la información obtenidas a través de la fórmula mnemotécnica de las 6´Ws.
c) Forma una unidad narrativa y de estilo con los sucesivos párrafos del texto. El lead queda unido al resto del texto sin solución de continuidad.
Este párrafo inicial es cosa distinta del que se utiliza en ocasiones para presentar un texto informativo de importancia y que viene a ser un resumen explicativo al que denominamos entradilla (descrito en la instrucción número 1)”.
Para el libro de Estilo de Abc, en cambio, “la entradilla equivale al lead de la noticia. Debe resumir sus aspectos sustanciales y contener todos los elementos tradicionales que configuran una noticia. También deberá desarrollar lo que se anticipa en título y sumario”.
El Libro de Estilo de El País, en el apartado de Noticias, distingue entre pirámide y entradilla, aunque la diferencia entre ambas no es muy nítida. En lo que respecta a la pirámide dice que “en un texto informativo, el uso de la técnica de la pirámide invertida (de mayor a menor interés) es conveniente, pero no obligatorio. Siempre se ha de comenzar por el hecho más importante, que estará recogido a su vez en el título. No obstante, el párrafo siguiente puede constituirlo una frase que explique la entradilla o contenga los antecedentes necesarios para comprender el resto del artículo, rompiendo así la relación de los hechos. Lo mismo puede ocurrir con párrafos sucesivos”.
Se señala, además, que “la entradilla es el primer párrafo de la noticia. Esté diferenciada tipográficamente o no, contendrá lo principal del cuerpo informativo, pero no deberá constituir un resumen o un sumario de todo el artículo. Ha de ser lo suficientemente completa y autónoma como para que el lector conozca la fundamental de la noticia sólo con leer el primer párrafo. De él se desprenderá necesariamente el título de la información” Y añade: “el primer párrafo no debe contener necesariamente (aunque sí es conveniente) las clásicas respuestas a las preguntas qué, quién, cómo, dónde, cuándo y por qué. Estas seis respuestas pueden estar desgranadas a lo largo de la información -lo cual requerirá dos o, quizá, tres párrafos-, pero siempre según la mayor o menor importancia que cada una de ellas tenga en cada caso”.
El libro de Estilo de El Mundo trata ampliamente el tema de la pirámide invertida y de la entrada y sus diversos tipos. En cuanto a la pirámide invertida dice que “muchas informaciones, incluidas casi todas las sencillas o de un solo elemento, se resuelven estructurándolas de forma cronológica: primero, una entrada con la idea o tema fundamental, y luego una narración natural de los hechos”.
Las informaciones complejas, con varios elementos importantes procedentes a menudo de diversas fuentes, con sucesos que acaecen en lugares y momentos distintos, no son compatibles con esa estructura cronológica. Tras su planificación siguiendo las reglas ya mencionadas, deberán redactarse siguiendo una estructura piramidal, colocando los elementos por un orden diferente: de lo más importante a lo más accesorio.
El nombre tradicional de pirámide invertida, que se da a un texto informativo en el que se van ofreciendo los datos de más importante a menos, no convence a todos los expertos. El profesor Melvin Mencher solía observar: “Una pirámide invertida es un monolito desequilibrado, una cumbre enorme que se tambalea sobre una base fina y hasta afilada. Es una imagen monstruosa para los periodistas, ya que la cumbre de un artículo, que es su entrada, debería ser siempre hábil y aguda”. Por ello se recomienda olvidar la imagen de una pirámide al revés para recordar sencillamente que se trata de colocar el más importante material informativo al principio y el menos importante al final.Esta figura tiene un origen histórico en la era del plomo y de los grandes periódicos -sábana en Estados Unidos- cuando no se conocía de antemano el espacio exacto del que un artículo dispondría. Poder cortar un texto informativo en la medida necesaria, empezando desde el final, y sin preocuparse de dejar fuera de él datos imprescindibles, justificaba una estructura como la piramidal. Sin embargo, ese motivo no explica por sí solo la supervivencia de esta técnica durante años. La edición electrónica, que atribuye a cada artículo una extensión precisa que el propio redactor cubrirá con texto, podría haber desterrado esa estructura. Pero, por una parte, la existencia de diferentes ediciones de los periódicos sigue planteando con frecuencia la posibilidad de que se dediquen espacios diferentes (tres columnas en una primera edición, dos en una segunda...) a una misma información. Por otra, la estructura de pirámide invertida responde a las exigencias del lector de hoy.
(Continúa) Puedes solicitar un ejemplar del libro de estilo en la redacción, C/ Julián Romea 2, 28003